martes, 10 de febrero de 2015

De las cenizas nació


 La lluvia, roció los pétalos
de la bella rosa de  nuestra relación.
Humedeció, aquel perdido cariño.
Revivió, la dulce pasión que nos unió.

Las palabras conjugadas,
no podrían expresar
este amor hacia vos
como lo demuestra mi corazón.

A tu merced posees mi corazón
en tus brazos admiras la reacción
de nuestros cuerpos
fundidos con el calor.


En mis labios te deseé
arrastrándome al paraíso, 
a las maravillas del amor,
que solo vos podías tocar.
 A los mares enfurecidos
del deseo inexplicable 
en el que ambos perdimos el control.

Unidos en las cálidas llamas, 
el amor nación,
Crecipitó de sus cenizas
y simplemente volvió a empezar.

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